Todo empezó tomado un café en plena pandemia con una revista de decoración en la mano. Mientras leía soñaba en ser yo la protagonista, la editora de la revista, la que tomaba las fotos, montaba esos espectaculares rincones decorativos, que preparaba las flores, los paisajes de mesas y escogía los colores y la tipografía de la revista. Más tarde decidí empezar un curso de decoración para ver que tal.

Tras varios días, empecé fotografiando mi mesa de desayuno, organizando la foto y el material, como si de un reportaje se tratara. Más tarde escribí unas ideas de distintos temas, relacionados siempre con montajes, estilos decorativos, el efecto WOW empezaba a sobresalir, cuando enviaba las fotos a algunas amigas de siempre, ellas me animaban a seguir, día tras día empecé a sentir un nuevo entusiasmo y una ilusión para preparar y tomar nuevas fotos y así sucesivamente. Por la mañana me levantaba feliz como si de un proyecto para una de las revistas más famosas de decoración del país se tratara. Brutal, más de 2000 fotos realizadas en menos de un año, desde Septiembre de 2020.

Sólo sé que cuando empecé a escribir en un papel todas las cosas que me hacía ilusión hacer durante los días sin proyectos profesionales, poco a poco he construido una nueva hoja de ruta, y lo más importante ha sido creer que lo podía conseguir,  ésta ha sido la fórmula.

Agradezco enormemente la fuerza de mis amigas, que me han animado día tras día a seguir creando momentos decorativos, que transmiten emociones, sentimientos y que son más que una simple fotografía.

A todas vosotras gracias de corazón.